La frittata, viene del italiano fritto, es una especialidad de la cocina italiana muy parecida pero en lugar de
estar hecha de forma doblada se hace abierta y se le añaden condimentos
similares a los de la pizza, se puede rellenar de diferentes ingredientes como quesos, setas, vegetales, algún embutido, etc…
En
este caso te dejo la receta para hacerla con queso gorgonzola y calabacín.
Recuerda que el queso gorgonzola tiene un sabor muy fuerte, si lo deseas lo
puedes hacer con el queso ¡que más te guste!
INGREDIENTES:
·
8 huevos
·
1 calabacín grande
·
1 puerro
·
200 gramos de bacon
·
150 gramos de gorgonzola
o el queso que más te guste
·
aceitunas negras (Kalamata,
Aragón…)
·
pimienta negra, sal, aceite de oliva
virgen extra, albahaca y orégano de preferencia fresco.
PREPARACIÓN:
1.
Lava bien el puerro quitando la primera capa y fijándote
que no quede tierra entre sus hojas y córtalo rodajas. Coloca en una sartén un
poco de aceite a fuego lento, y pocha el puerro hasta que se ablande un poco,
incorpora el bacon en trocitos y rehoga hasta que esté hecho, salpimenta al
gusto. Resérvalo.
2.
Lava el calabacín, deshazte de las puntas
extremas cortándolas y corta en rodajas finas y salpiméntalas al gusto. Pon un
poco de aceite de oliva en una sartén y saltea el calabacín con unas hojas de
albahaca y orégano, hazlo poco para que no quede muy blando. Reserva.
3.
Bate los huevos en un bol y en una sartén amplia
coloca unas gotitas de aceite a fuego lento. Vierte los huevos salpimentados al
gusto, cuando empiecen a cuajar, incorpora una capa de rodajas de calabacín,
una capa de puerro y bacon, hazlo 2 veces (2 capas de cada). Tapa y deja cocer
unos minutos, con una espátula fina redondeas los bordes de la frittata (como
cuando haces la tortilla de patatas) y comprueba su cocción.
4.
Cuando el huevo esté casi cuajado, incorpora el
queso desmenuzándolo y las agrega las aceitunas, vuelve a tapar para que termine
de cuajar.
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